Hablar de Ifa genera muchas interrogantes, pienso que, nunca ningún libro,
ningún autor, podrá explicar cabalmente que es Ifa en el mundo, siempre se
utilizan conceptos y definiciones superfluas, pero mantengo mi posición de que,
Ifa es tan grandioso y omnipotente que ninguna palabra puede definirlo como
tal. En este capítulo no abarcaré mucho, me centraré en el Ifa afrocubano que
también es sumamente fascinante, aun cuando su raíz es el Ifa tradicional,
posee peculiaridades y una historia propia digna de conocer, para ello he
recabado un montón de información histórica enriquecida con testimonios sobre
la vida de Remigio Herrera Adésìnà awo Obara Mejí, Bernardo Rojas Torres awo
Irete Odi, y Ramon Febles Molina awo Ogbe Otura, del cual hablaremos en este capítulo.
Siempre que se habla de la historia de Ifa en Cuba es impensable no hablar de la familia Febles, pues sus miembros, sin duda alguna, marcaron un antes y un después en el Ifa diáspora, son los responsables de muchas de las liturgias y metodologías consagratorias que hoy en día se emplean en las diferentes ceremonias de la veneración a Ifa en la diáspora.
Comenzaremos por el respetado Ramón Febles Molina, nacido en 1845, aunque existen vestigios de que su verdadera fecha de nacimiento fue antes de ese año, otras dos versiones aseguran que nació en 1830 y otra dice que, en 1840, fue consagrado en Ifa en el año 1887 de manos de uno de los sacerdotes más importante de Cuba como lo fue Carlos Adebí awo Ojuani Ika. Su Odun señorial fue Ogbe Otura. Otra versión que posee mayor peso, indica que Ramón Febles fue consagrado de manos de Francisco Villalonga awo Alawo Mayessi Orunmila en el año 1876. Ramón Febles Molina formaba parte de una familia muy bien acomodada que tenían diferentes negocios que le generaban una sólida estabilidad económica para la época, hay quienes aseguran que los Febles eran millonarios de cuna. Ramón Febles tenía algunas tiendas, siendo el negocio más sólido una fábrica de urnas que le generaba buenas ganancias. Fue considerado el babalawo más importante entre los sacerdotes que conformaron la denominada: primera generación de babalawos criollos. Muchos sacerdotes africanos visitaban a Ramón en sus negocios y en su propia casa, pues ellos eran agasajados con lujosas comidas, ropas, regalos suntuosos y sobre todo mucha hospitalidad. La comprensión de Ifa de Ramón era tan profunda que los negros africanos y los babalawos antiguos de la época asistían a su casa y entablaban largos conversatorios, en los cuales intercambiaban criterios sobre ceremonias y los Odun del oráculo de Ifa. Cuando estos babalawos importantes asistían a la casa de Ogbe Otura solicitaban que sus hijos se mantuvieran lejos de dichas reuniones, se cree que tal condición yace del respeto que estos sacerdotes mostraban ante Ifa y sus secretos, pues eran babalawos de alto rango jerárquico en Nigeria y Benín. Cuando Ño José Akonkon awo Oyekun Mejí y otros babalawos de origen africano iban a su morada, eran espiados por Miguel y Francisco Febles, ambos hijos de Ramón, los cuales tomaban apuntes de todas y cada una de las conversaciones que su padre tenía con los sacerdotes. Muchas reuniones de este tipo se llevaron a cabo, de allí nacen las famosas e inéditas libretas de apuntes de Ifa, de las cuales se cree nacieron los libros de Odun de Ifa afrocubanos que hoy en día existen. A diferencia de otros sacerdotes de la época, Ramón literalmente extrajo muchos secretos y mañas de estos sacerdotes africanos, era tan culto en la adoración a Ifa que sin duda alguna esto le hizo ganarse un puesto de honor entre los babalawos de la época. Ramón Febles en algunas oportunidades, era invitado a ceremoniales y rituales que oficiaban estos sacerdotes africanos y de allí, su recóndito conocimiento sobre la liturgia de Ifa. Era tallador de madera, tenía en su casa enormes esculturas. Para la época era costumbre una situación llamada: lavar los pies, lo cual consistía en atender caritativamente a los babalawos africanos cuando éstos caían en cama por alguna afección o enfermedad, algunos lo hacían de manera altruista con corazón piadoso, muchos otros simplemente lo hacían con la intención de ser tomados en cuenta a la hora de las adjudicaciones de las divinidades del awo fallecido. Ramón Febles cuidó especialmente a tres grandes sacerdotes, de los cuales en vida aprendió innumerables secretos y liturgias: Ño José Akon Kón awo Oyekun Mejí, Valentín Cruz awo Ejiogbe y finalmente a Esteban Quiñones awo Ika Mejí, es por ello que, al momento de sus fallecimientos, estos awo, fallecidos todos antes de la primera guerra mundial, dejaron en herencia póstuma muchas divinidades a su cuidador, lo cual lo hizo acreedor de más prestigio. Cabe destacar que, estas famosas adjudicaciones no solamente correspondían al ritual que hoy en día se conoce como Itutu, más bien, muchos awo antes de fallecer dejaban por escrito o de manera oral su deseo de que ciertas divinidades quedasen en manos del awo de su preferencia.
Siempre que se habla de la historia de Ifa en Cuba es impensable no hablar de la familia Febles, pues sus miembros, sin duda alguna, marcaron un antes y un después en el Ifa diáspora, son los responsables de muchas de las liturgias y metodologías consagratorias que hoy en día se emplean en las diferentes ceremonias de la veneración a Ifa en la diáspora.
Comenzaremos por el respetado Ramón Febles Molina, nacido en 1845, aunque existen vestigios de que su verdadera fecha de nacimiento fue antes de ese año, otras dos versiones aseguran que nació en 1830 y otra dice que, en 1840, fue consagrado en Ifa en el año 1887 de manos de uno de los sacerdotes más importante de Cuba como lo fue Carlos Adebí awo Ojuani Ika. Su Odun señorial fue Ogbe Otura. Otra versión que posee mayor peso, indica que Ramón Febles fue consagrado de manos de Francisco Villalonga awo Alawo Mayessi Orunmila en el año 1876. Ramón Febles Molina formaba parte de una familia muy bien acomodada que tenían diferentes negocios que le generaban una sólida estabilidad económica para la época, hay quienes aseguran que los Febles eran millonarios de cuna. Ramón Febles tenía algunas tiendas, siendo el negocio más sólido una fábrica de urnas que le generaba buenas ganancias. Fue considerado el babalawo más importante entre los sacerdotes que conformaron la denominada: primera generación de babalawos criollos. Muchos sacerdotes africanos visitaban a Ramón en sus negocios y en su propia casa, pues ellos eran agasajados con lujosas comidas, ropas, regalos suntuosos y sobre todo mucha hospitalidad. La comprensión de Ifa de Ramón era tan profunda que los negros africanos y los babalawos antiguos de la época asistían a su casa y entablaban largos conversatorios, en los cuales intercambiaban criterios sobre ceremonias y los Odun del oráculo de Ifa. Cuando estos babalawos importantes asistían a la casa de Ogbe Otura solicitaban que sus hijos se mantuvieran lejos de dichas reuniones, se cree que tal condición yace del respeto que estos sacerdotes mostraban ante Ifa y sus secretos, pues eran babalawos de alto rango jerárquico en Nigeria y Benín. Cuando Ño José Akonkon awo Oyekun Mejí y otros babalawos de origen africano iban a su morada, eran espiados por Miguel y Francisco Febles, ambos hijos de Ramón, los cuales tomaban apuntes de todas y cada una de las conversaciones que su padre tenía con los sacerdotes. Muchas reuniones de este tipo se llevaron a cabo, de allí nacen las famosas e inéditas libretas de apuntes de Ifa, de las cuales se cree nacieron los libros de Odun de Ifa afrocubanos que hoy en día existen. A diferencia de otros sacerdotes de la época, Ramón literalmente extrajo muchos secretos y mañas de estos sacerdotes africanos, era tan culto en la adoración a Ifa que sin duda alguna esto le hizo ganarse un puesto de honor entre los babalawos de la época. Ramón Febles en algunas oportunidades, era invitado a ceremoniales y rituales que oficiaban estos sacerdotes africanos y de allí, su recóndito conocimiento sobre la liturgia de Ifa. Era tallador de madera, tenía en su casa enormes esculturas. Para la época era costumbre una situación llamada: lavar los pies, lo cual consistía en atender caritativamente a los babalawos africanos cuando éstos caían en cama por alguna afección o enfermedad, algunos lo hacían de manera altruista con corazón piadoso, muchos otros simplemente lo hacían con la intención de ser tomados en cuenta a la hora de las adjudicaciones de las divinidades del awo fallecido. Ramón Febles cuidó especialmente a tres grandes sacerdotes, de los cuales en vida aprendió innumerables secretos y liturgias: Ño José Akon Kón awo Oyekun Mejí, Valentín Cruz awo Ejiogbe y finalmente a Esteban Quiñones awo Ika Mejí, es por ello que, al momento de sus fallecimientos, estos awo, fallecidos todos antes de la primera guerra mundial, dejaron en herencia póstuma muchas divinidades a su cuidador, lo cual lo hizo acreedor de más prestigio. Cabe destacar que, estas famosas adjudicaciones no solamente correspondían al ritual que hoy en día se conoce como Itutu, más bien, muchos awo antes de fallecer dejaban por escrito o de manera oral su deseo de que ciertas divinidades quedasen en manos del awo de su preferencia.
Cuando Ramón Febles fue consagrado en los secretos de Ifa, se hizo con el Olofin de Francisco Villalonga awo Ogunda Irete, es por eso que Villalonga en sus últimos días decide por empatía que su Olofin lo heredara Ramón. Se dice que el Olofin empleado por Villalonga para consagrar a Ramón, fue traído de Nigeria en 1860. Ramón Febles fue sin duda alguna, uno de los primeros sacerdotes de Ifa consagrado en Cuba en poseer el secreto de Olofin. El aporte de Ramón Febles Molina al Ifa afrocubano es incuantificable, por ejemplo: fue quien estableció la manera de determinar el ángel de la guarda sin la utilización de los Igbo (herramientas para escogencia del destino) pues, así lo aprendieron casi todos los sacerdotes de la denominada primera generación de babalawos criollos, de hecho, se cuenta que las consultas que hacía Ramón eran completamente por medio de la Atefa y no con la cadena de adivinación u Opele. Era extremadamente cuidadoso con el secreto de Olofin, muchos babalawos de la época asistían a su casa con la intención de conocer la carga de dicho fundamento y a nadie le daba parte sobre el tema, tanto así que, Ramón tenía su secreto de Olofin escondido en su casa, que ni su esposa sabía dónde encontrarlo, es pertinente acotar, que el Olofin que le fue entregado a Ramón Febles Molina como a muchos otros babalawos, no vivía en alto como los de hoy en día, más bien quienes pudieron verlo, lo describían con mucha semejanza a una prenda o Nganga de palo.
Cuando los grandes sacerdotes de la época iniciaban a un nuevo babalawo, Ramón era convidado para que diera a conocer al iniciado su dictamen sobre el Odun obtenido. Era un hombre de carácter fuerte y lector empedernido. Era conocedor de muchos rituales y ceremonias que a la vista de los ignorantes eran tipificados como brujerías. Fue el mentor de Bernardo Rojas Torres awo Irete Odi, quien lo concebía como un sabio. En el momento del fallecimiento de Ramón Febles, la tristeza y el dolor se cernió en La Habana y muchas partes de Cuba donde era conocido y respetado por todo su conocimiento. La mayoría de sus divinidades fueron adjudicadas a su hijo mayor Francisco Febles awo Otura Ogbe, así como también dejó en herencia sus negocios a su señora esposa y a sus hijos, quienes de esta manera incrementaron su estatus económico.
Ramón Febles Molina tuvo 4 hijos, el mayor de ellos era Francisco Febles, el cual fue conocido como El Caballero de Ifa, emulando a su padre, fue un awo respetado y conocedor de muchos secretos de Ifa, respetuoso e iracundo al mismo tiempo, fue quien recibió en herencia el Olofin de su padre, pero no solo heredó eso, también heredo el respeto y el prestigio paterno, sin embargo, no consagró a ninguna persona, aunque algunos investigadores dicen que si, no se conoce ahijados directos de Panchito Febles como cariñosamente le decían. También era conocido como el Capitán, pues cuando dirigía ceremoniales de Ifa era completamente autoritario y era temido por su conocimiento. Panchito nació en 1908, fue su propio padre quien le hizo Ifa en el año 1923 siendo su Odun señorial Otura Niko, siendo su Oyugbona el también reconocido awo José Gerardo de las Mercedes Valdés Montalvo cuyo Odun era Ojuani Alakentu. Panchito Febles al igual que su padre, fue un gran cuidador y preservador de los secretos de Olofin, no tenía vicio alguno. Era quien administraba alguno de los negocios de su padre. Aun no existe vestigio alguno, se dice que Francisco y su padre Ramón mantenían una excelente relación padre – hijo. Aprendió muchas cosas de su padre, sobre todo el respeto y la tolerancia. Gran conocedor de los Odun de Ifa, tenía dotes de maestro. Fue quien junto a su hermano menor Miguel, tomaba notas de todo lo que escuchaban mientras su padre se reunía con sacerdotes importantes de la época.
Francisco Febles era el Hijo consentido de Ramón Febles Molina y de América Padrón, pues no solo era excelente sacerdote de Ifa, sino poseía una calidad humana y un cariño muy arraigado a su madre, a la cual ayudaba siempre en los que haceres de la casa. Panchito fue el administrador de muchos de los negocios de la familia, y a pesar de poseer una buena condición económica era cabalmente humilde y un hombre sencillo. En oportunidades, su padre lo enviaba a ceremoniales o reuniones a las cuales no podía asistir y a veces Panchito era recibido casi igual que su padre por la envergadura que poseía. Lector e investigador empírico, versado no solo en Ifa sino en materia de muchos otros temas. Al igual que su padre, Francisco Febles era completamente celoso con sus secretos de Ifa, no conversaba sobre ceremoniales o liturgias con nadie que no fuese afecto a su padre y a sus ahijados, investigando a profundidad se conoció que, si tuvo ahijados, pocos, pero los tuvo. Cuando Ramón alquilaba el Olofin para consagraciones de Ifa, era Panchito quien lo entregaba y lo custodiaba férreamente hasta terminar la liturgia. Sentía respeto por los grandes sacerdotes de la época, sin embargo, era detractor de los pensamientos, modismos y costumbres de muchos de ellos. Fue Francisco Febles Padrón quien en alguno de sus apuntes relató que, el Ifa que y su padre como muchos otros babalawo de la época profesaban era de origen Ijesa, lo cual todavía se está investigando. Panchito aprendió mucho de Bernardo Rojas awo Irete Odi, con el cual mantuvo buena relación.
Ramón Febles tuvo un segundo hijo, llamado Miguel, el cual nació en 1910, posteriormente en el año 1919 fue consagrado en los secretos del Orisha Shango, de manos de las prestigiosas sacerdotisas Victoriana Rosarena y de Timotea Albear. Miguel Febles Padrón, posteriormente fue consagrado en Ifa de manos de Eulogio Rodríguez Gaitán awo Ogunda Ofun y su Oyugbona Bernabé Menocal awo Ejiogbe, obteniendo el Odun señorial Odi Ika. Considerado uno de los máximos exponentes del Ifa afrocubano, innumerables aportes y enseñanzas dejó el legado de Miguel Febles al Ifa que hoy en día se practica en América. Su vida de adolescente estuvo en vuelta en rebeldía, abandono a temprana edad de la escuela, desobediencia y disputas con su hermano mayor Francisco. Miguel Febles atendía los negocios de su padre por mero compromiso, pues no eran de su agrado o no le generaban interés alguno. Fue un hombre sumamente temperamental, inteligente, investigador, modestamente rico, estuvo seriamente ligado a la dependencia del alcoholismo. Fue junto a su hermano Francisco el autor de las primeras libretas de apuntes sobre ceremoniales y consagraciones de Ifa. Miguel Febles fue muy respetado dentro de la liturgia del Ifismo, a temprana edad cuando abandonó sus estudios, le manifestó a su padre que deseaba ser sacerdote como él. Con el tiempo Miguel fue dando vestigios de sus dotes al memorizar y aprender muchos de los rituales, las historias y versos de los Odun. Aunque su hermano predilecto fue Francisco, fue con quien entabló duras disputas por la supremacía en Ifa. Como ya sabemos, fue Francisco Febles quien heredó múltiples divinidades de su padre Ramón, y a su vez de otros sacerdotes de la época, tiempo después del fallecimiento de Ramón, Miguel Febles comenzó a tener férreas disputas con su hermano mayor por la tenencia de dichas divinidades, al punto que se dice que Miguel logró robar muchas de ellas de la casa de su hermano. Un testimonio asegura que Miguel en clara intención de despojar a su hermano no solo de las deidades sino del respeto que éste gozaba, escondió muchas de estas divinidades de las cuales a la postre miguel se apoderaría.
Un montón de difamaciones se han generado en contra de este gran sacerdote, y se pensó durante mucho tiempo que lo que se decía sobre Miguel Febles eran simplemente difamaciones, pero luego de investigar y analizar los testimonios existentes sobre el linaje de los Febles, realmente muchos quedan atónitos por su veracidad. Miguel Febles siendo un excelente awo, gozaba de mucha fama y poder, los sacerdotes mayores y menores de la época, ninguno se atrevía hacerle correcciones ni recomendaciones a lo que hacía. Era extremadamente metódico y sistemático a la hora de realizar ceremonias, fue considerablemente puntual lo cual lo caracterizó, si algún ahijado o seguidor llevaba tarde para alguna ceremonia, Miguel simplemente lo abochornaba o peor aún lo escarmentaba haciéndolo esperar largas horas. Su padre comenzó una obra majestuosa que fue terminada e implementada por Miguel: el ebbo de tablero que hoy en día se sigue empleando en muchas casas de Ifa, con el cual el awo se limpiaba ante hechicería, enfermedades o decaimiento de la suerte. Miguel Febles era temido, pues era profundo conocedor de secretos y de magia negra que hacía al pie de su fundamento de Osain, lo cual lo hizo ganarse un respeto extra en toda la colectividad. Muchos babalawo de la época decían que Miguel hacia uso excesivo de la brujería para poder lograr sus cometidos personales.
Uno de los hechos más resaltantes de la vida de Miguel Febles fue el tratamiento que le dio en la época al fundamento de Olofin y Oduduwa. Como se dijo anteriormente, Miguel tuvo una fuerte disputa con su hermano por estas y otras divinidades. Miguel haciendo uso de su poder social y religioso, despojó a su hermano del Olofin de su padre, pues Ramón Febles en vida había heredado aproximadamente 3 fundamentos de Olofin, finalmente recibió el suyo para poder darle atención a los que les habían adjudicado, cuando fallece, el Olofin de Ño José Akonkon, el de Valentín Cruz y el suyo fueron heredados por Francisco Febles, de los cuales el fundamento de Olofin de Ramón fue el que Miguel Febles mantuvo en su poder en contra de la voluntad de su hermano mayor. A partir de este momento, Miguel Febles comenzaría a ser el dueño de la hegemonía de Olofin en Cuba, fue Miguel quien comenzó a monopolizar las consagraciones de Ifa, pues era quien decidía a quien alquilarle el fundamento para las consagraciones, aquellos que eran afectos al linaje Febles, les era alquilado en un costo representativo, en cambio, aquellos babalawo que provenían de otras ramas eran imputados con costos elevados. Esto sería el comienzo de la comercialización deliberada de este fundamento. En aquellas ramas de sacerdotes de Ifa donde había Olofin lo empleaban para las consagraciones, pero otras recurrían a Miguel quien de manera subjetiva los alquilaba o simplemente se negaba a arrendarlo. De allí el origen de muchas consagraciones de Ifa que proliferaron en Cuba sin la presencia del fundamento de Olofin. Esta comercialización de Olofin le produjo muchos enemigos a Miguel. Por si fuera poco, el temperamento de Miguel Febles se agudizó, pues comenzó a beber de manera desmesurada, muchos investigadores lo catalogaban como alcohólico. Algunos testimonios señalan que vivió episodios donde la dependencia a las bebidas alcohólicas influyó mucho en su vida religiosa. El mercadeo que tenía con el fundamento de Olofin llegó a la cúspide, cuando inexplicablemente Miguel Febles comenzó a realizar consagraciones con un Olofin que decía era de su propiedad, el cual muchos sacerdotes de la época aseguraban que el mismo se lo había consagrado. Panchito Febles en vista de todas las atrocidades que se cernían alrededor de Miguel Febles, comenzó a desligarse de su hermano, división que se manifestó incluso entre sus ahijados y seguidores. Miguel Febles, volvió acertar otro duro golpe a Francisco, en esta segunda oportunidad le robó los famosos apuntes de Ifa, los cuales había heredado de manos de su padre, acto seguido Miguel también sustrajo el Oduduwa de Panchito que era de su padre, y con sus ínfulas de supremacía, estableció que Oduduwa no debía ser entregado por Olorishas sino por sacerdotes de Ifa. Desde este momento muchos cabildos religiosos decidieron simplemente alejarse de los sacerdotes afectos a Miguel Febles que comenzaron a entregar Oduduwa por Ifa, más bien, dichos Olorishas le dieron continuidad a la entrega de dicha divinidad, las cuales no eran certificadas o aprobadas por Miguel y sus discípulos. Las sacerdotisas que eran esposas de los awo que eran afectos a Miguel Febles, comenzaron a implementar una nueva modalidad en la entrega de este fundamento, ellas consagraban la divinidad en recintos que eran divididos por una sábana o tela, en un espacio las sacerdotisas consagraban la divinidad como se venía haciendo, luego lo pasaban por debajo de la sábana al segundo espacio donde se encontraban los awo, quienes agregaban la carga secreta descrita por Miguel Febles. Fue así como finalmente Miguel Febles awo Odi Ika implantó la modalidad de Oduduwa por Ifa. Otra gran transformación que Miguel Febles sembró en el Ifa afrocubano, fue la implementación de los Igbos en la determinación del Orisha Alagbatorí, pues su padre Ramón Febles Molina, (probablemente por aprendizaje inculcado de sus mayores) no empleaban los Igbos durante la atefa de la determinación del ángel de la guarda, mucho tiempo después, su hijo Miguel si la estandarizó, hoy en día todavía es tema que genera polémica. Es también obra de Miguel Febles la modificación del contenido de algunos Odun del cuerpo literario de Ifa, cómo por ejemplo, fue quien agregó aquello de que Oduduwa nació en el Odun Odi Ika, pues era su signo señorial.
Miguel Febles Padrón awo Odi Ika, sin duda alguna fue uno de los representantes de Ifa más controversiales de la diáspora afrocubana, sin embargo, es merecido destacar que fue un insigne sacerdote, fue uno de los principales awo que promulgó aquello de hacer atención a Ifa a las 4:00 da la madrugada. Miguel alcanzó su supremacía después del fallecimiento de Ángel Villalonga awo Ogunda Ojuani, Joaquín Salazar awo Osa Ogbe y de su propio hermano Francisco Febles awo Otura Ogbe, pues mientras estos awo se mantenían con vida, tuvo que relativamente respetarlos. Bernardo Rojas Torres awo Irete Odi y Tata Gaitán fueron quienes en su momento intentaron salvarlo del alcoholismo.
Ramón Febles Molina tuvo un tercer hijo llamado, Filiberto Padrón, también fue awo, se dice que tuvo mucha ascendencia al criterio religioso de su hermano Panchito, obviamente gozó de respeto y de fama religiosa por el sendero que sus antecesores habían gestado. Filiberto Padrón tuvo un linaje pequeño, no hizo muchas consagraciones, sin embargo, hoy en día todavía se conocen algunos awo que provienen de su linaje. No se conoce mucho sobre Filiberto, si se sabe que fue quien heredo muchas divinidades de Miguel Febles, pues como se dijo anteriormente, en Cuba, antiguamente las divinidades eran dejadas por escrito y adjudicadas a los sacerdotes más cercanos, en el caso de Miguel Febles se sabe que dejó algunas deidades a su hermano Filiberto.
El ultimo hijo de Ramón Febles fue Domingo Febles, también fue awo, se dice que no hizo muchas consagraciones de Ifa, sin embargo, se tienen testimonios que señalan su respeto y veneración a Ifa. Domingo Febles fue quien prácticamente sufrió las consecuencias de todas las ceremonias que su hermano Miguel realizó haciendo uso de criterios erróneos. Aunque llevaba su sangre, fue gran detractor y opositor a los dictámenes de Miguel Febles, pues prácticamente fue quien con sus acciones hizo que la familia Febles se disgregara. Siendo el último eslabón de la estirpe de los Febles, trató de rescatar los dogmas y criterios de su padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario