Entre los oráculos de adivinación
de todo el mundo, el oráculo de Ifa es realmente complejo, sin duda alguna, en
Nigeria un aprendiz debe formarse y adiestrarse por espacio de 14 a 21 años
para poder aprender y comprender la esencia que posee cada odun que en total
suman 256. Cada odun posee aproximadamente más de 100 poemas o versos, los
cuales narran alguna situación particular que debe ser interpretada
cuidadosamente por el sacerdote en cuestión. En dichos versos están reflejados
algunos elementos con los cuales la persona pudiera hacer ebbo y salvarse de
las adversidades propias de la vida. Cada Odun posee un mensaje en el cual cada
divinidad yoruba se manifiesta. Por ejemplo, en el Odun Ose Ogbe (Oshe ni
Logbe) predomina la palabra de Oshun, en Otura Ogunda se hizo adivinación para
Oggun, y así cada odun posee el apadrinamiento de los Irunmole.
Este complejo y fascinante oráculo
no escapó de las modificaciones y transformaciones que en Cuba se le hicieron
al culto a los Orisha. Todo aquel que ha logrado leer algún libro de Ifa
afrocubano puede palpar cómo en todos los odun generalmente se habla de:
brujería, envidia, impotencia sexual en el hombre, infidelidad, problemas en el
trabajo, enfermedades, abortos, estafa, robo y muerte. Sin acotar que muchos de
estos libros poseen vivencias de algunos sacerdotes de la época que fueron
transcritas y quedaron en la posteridad de algunos odun, además de la añadidura
de las historias bíblicas y de otras religiones. Otro factor propio de los Odun
afrocubanos es la famosa frase Aquí nace tal cosa… también es común encontrar
en algunos odun historias de incesto o violaciones entre los mismo Irunmole,
tal es el caso del odun Ogunda Meji, en el cual, según una historia afrocubana,
el Orisha Oggun intentó violar a su madre Yemaya y por ende Obatala lo
sentenció a que viviera siempre esclavizado en el monte, otro caso de este tipo
de felonías está expuesta en el odun Ika Odi, donde existe un relato que
involucra según sea el autor, a Obatala o al mismo Olofin en un abuso sexual
propinado a su hija más pequeña Oshun. Otro ejemplo de estos disparates
expuestos en los odun está reflejado en el odun Otrupon Osa, donde se reseña
una historia en la cual Orunmila vence a los masones, en Ojuani Iwori un relato
señala que allí se le pone y se le fuma humo de Marihuana a Eshu acotando que
dicha hierba se llama Chamico, erróneamente ewe chamico no es la marihuana,
sino una planta llamada campanita cuyo nombre botánico es datura stramonium.
Porcentualmente siempre he sido
de los que dice que, lo que está expuesto en los odun afrocubano, el 50% está
bien y el otro 50% está muy mal, tan mal que opaca la otra mitad que sí tiene
algún sentido lógico de las cosas, por ejemplo, el odun Ogbe Ogunda habla de la
cabeza y Orí, y haciendo revisión de ese mismo odun en el Ifa tradicional
realmente si es un odun que tiene especial importancia para esta divinidad y la
cabeza de los seres humanos, Osa Meji habla de las brujas de la noche, y
ciertamente en ese mismo odun bajo la perspectiva tradicional se hace énfasis
en dichas divinidades y su culto.
Otra deformación literal que
contiene el oráculo de Ifa Afrocubano es el lenguaje mismo en el cual está
escrito, se sabe que en Cuba fue creado el lenguaje lukumi, (aunque algunos
estudios afirman que en Nigeria si existe un dialecto con un nombre parecido),
el cual propició que la mayoría de los sacerdotes de Ifa y Osha empleen tales
modismos cuyas palabras no tiene traducción alguna en ninguna de las lenguas
Yorubas. Además de rezos, invocaciones y canticos inventados que están escritos
en este mismo dialecto.
Otro aspecto resaltante, es que,
a lo largo de todos los odun están expuestos rituales y ceremonias que solo en
la diáspora se conocen, los famosos ebboces de cada odun no son más que un
sinfín de artilugios parafernálicos que incluyen una gran cantidad de elementos
que ni si quiera poseen relación alguna con el odun en cuestión y su energía
espiritual.
¿Que motivó toda esa
discordancia?
El origen de los primeros libros
afrocubanos se desconoce, sin embargo, se tiene bien documentado, algunos
testimonios que pudieran aclarar cómo fue que se escribieron los primeros
libros de odun en Cuba. Para ellos debemos hablar primeramente de Ramón Febles
Molina awo Ogbe Otura, éste insigne sacerdote de Ifa era un profundo conocedor
de las liturgias y ceremoniales de Ifa, nacido en 1840 y fallecido en 1930, fue
consagrado en Ifa de manos del experimentado Esteban Fernández Quiñones awo Ika
Meji y su Oyugbona fue Valentín Cruz awo Ejiogbe, fue él mentor de Bernardo
Rojas Torres awo Irete odi, colega de Adeshina y de Tata Gaytán. Se dice que,
recibía en su casa a negros africanos que estaban iniciados en Ifa, los cuales
conversaban abiertamente de Odun, ceremoniales y rituales con la extraña condición
de que los hijos de Febles Molina se mantuvieran alejados, esto se hizo tan
costumbre, que los hijos del afamado babalawo se escondían en la habitación donde
Ramón Febles conversaba con los africanos mientras tras bastidores sus hijos hacían
anotaciones en las conocidas libretas de apuntes, que a la postre se convertirían
en los libros de Ifa de la actualidad. Mientras el viejo Ramón febles atendía
cordialmente a los africanos en su casa, (aguantándose según dicen algunos
testimonios, humillaciones y menosprecios) sus hijos Miguel Febles y Francisco
Panchito Febles hacían anotaciones que compartían con sus otros familiares que también
eran sacerdotes de Ifa, como lo fueron Filiberto Febles Padrón y Domingo Febles
Padrón. Estos apuntes eran utilizados por Ramón Febles para sus estudios
personales y rara vez eran utilizados en público durante rituales y
ceremoniales. Se cree que los primeros libros sobre odun de origen afrocubano
provienen de estas libretas de apuntes. Estas anotaciones eran celosamente protegidas
por Febles Molina, después de su fallecimiento fueron a parar a manos de su
hijo Miguel Febles, quien con serios problemas de alcoholismo rompió el
hermetismo con el cual su papá las mantenía. De hecho, Miguel Febles en sus luchas
por la supremacía con su hermano panchito (al cual despojó de todos los orishas
que heredó de su padre), se jactaba diciendo que dichas anotaciones habían sido
heredadas de manos de su padre antes de fallecer. El ebbo de tablero que hoy en
día hacen casi el 90% de los babalawo afrocubanos es nacido de estos apuntes,
es por ello que se le acredita al respetado Miguel febles awo Odi Ika.
Una segunda hipótesis afirma que, Remigio
Herrera siempre era abierto con sus colegas, específicamente con Tata Gaytán,
el cual se dedico a tomar notas de las ceremonias de Ifa que realizaban, así
como de los rituales y consagraciones que llevaban a cabo, en estos apuntes se
escribieron importantes ceremoniales concernientes a la consagración de los
tambores sagrados y también se documentó la ceremonia que hoy en día se conoce
como Mano de Orunla.
Una tercera hipótesis muy bien fundamentada,
nos explica que, Bernardo Rojas Torres awo Irete Odi, nacido en el año 1872 y
fallecido en 1959, ahijado de Remigio Herrera, hacia apuntes y siempre de
manera indirecta entrevistaba a su padrino y así fue recolectando mucha información
sobre Odun y sus rituales, en aquella época, Bernardo también tuvo acceso a
negro africanos, que eran muy recelosos con sus conocimientos, pues siempre le
enseñaban información a cambio de ropa, dinero y hasta privilegios sexuales con
mujeres de la vida fácil. Bernardo Rojas a diferencia de Ramón Febles Molina todo
lo que enseñaba a sus ahijados era de manera oral, sin embargo, existen apuntes
del mismo Bernardo que se presumen fueron utilizados en la realización de los
primeros escritos sobre ifa en la isla.
La fuente de los primeros libros
fue totalmente oral, tal cual como recolectaron la información los Febles, se
cree que fue la metodología empleada hasta mediados de 1950, que fue cuando
dichos libros comenzaron a tener mayor sustento, pues para la fecha muchos
historiadores en diferentes lenguas ya habían escrito sobre Ifa y sus Odun. Cabe
destacar, que en cuanto a los Odun de caracol, uno de los pilares fue sin duda
alguna Don Nicolás Angarica, independientemente que la información allí
reflejada, contribuyó enormemente al desorden que hoy en día denominamos
Santería, también es aplaudible la intrepidez y el esfuerzo que este sacerdote
tuvo para poder escribir sobre un tema que para la fecha era totalmente acéfalo
académicamente.
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